Se inicia un nuevo curso, con grandes retos y,
sobre todo, con mucha energía e ilusión, pues aunque quieran acabar con las
disciplinas artísticas, tal y como sugirió Luis Camnitzer, experto dentro del contexto del
arte+educación, en la segunda sesión de la Escuela de Educación Disruptiva 2015: “De Rubens a Damien Hirst:el arte contemporáneo como herramienta didáctica” (28 de febrero): no hay educación sin arte ni hay arte sin
educación. Bueno, os dejo que reflexionéis sobre
ello en este inicio de curso tan polémico.
Y para que disfrutéis del fin de semana os invito a
ver "Warda", un sencillo
cortometraje de animación en stop motion, realizado bajo la dirección de
Louise-Marie Colon y Delphine Herman a partir de la inspiración, las voces y
los dibujos de 12 niño/as y jóvenes palestino/as procedentes de
Bethléem y del campo de refugiados de Dheisheh. Un corto que nos habla, desde la sencillez de su realización, de cosas tan importantes como la
solidaridad, la esperanza y la fuerza de la imaginación con las que deben hacer
frente al mundo violento, intolerante y en conflicto que les ha tocado
desgraciadamente vivir.
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